Saturday, March 4, 2017

Me quedé




A mi salida de nuestro nido de amor, me quedé con las ganas de  devorarte la vida en un orgasmo, o mejor en dos y en mil más.
Me quedé con las ganas de dejarte satisfecha, sin gritos ni gemidos escondidos golpeando tu boca encharcada por saliva hirviente mezclada con mis lácteos y tus mieles.
Me quedé con las ganas de saborearte con mi lengua flexible sin tener piedad cuando me miraras con tu rostro perdido en la lujuria, la pasión, el amor y el placer.

Me quedé con las ganas de hacerte mía, de tenerte como compañera de vida. Dejo en tu mesa el plato servido para que otro que ya tienes contemplado sin esfuerzo alguno tenga ganas de ti.

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