Tuesday, March 25, 2014

Estar contigo

Amor, cuando no estás en casa,


Quiero volar hacia ti
rompiendo la distancia,
para llegar a tu cuerpo,
poder acariciarlo, sentirlo
tomarlo, despertar a tus niñas
Consuelo, Divina y Mariposita,
llenarlas de mí, de mis fluidos,
humedecer tu piel con mi lengua
para besarte totalmente y
saborearte con mi boca de fuego,
saciarme de tus gemidos para
elevarte y dejarte caer
en los placeres contenidos.

En las noches


En las noches...
siento como la yema de tus dedos pulgares
se deslizan lentamente sobre los costados de la entrada a mis senos,
van bajando hasta llegar a la base y los truenas, de tal manera que 
los cuatro dedos restantes hacen el apoyo para el masaje vivaz...

Deseo me incorpores con la mano completa
de manera suave hacia a ti, 
hasta quedar de frente uno a uno...
y me vas llegando hasta empezar el cortejo sexual. 

Amor...
me deshago en tú mirada, 
en tus besos, en tus caricias en tus ganas
en tú eterno vivir...
Por eso y más... mi amor... te deseo en mí 
y dentro de mí... toda la vida.

Rumo a la eternidad






Amor, tu exquisito aroma envuelve
nuestros cuerpos convirtiéndonos en un solo ser,
dejando huella en ambos corazones
que laten sin cesar y sin control a un mismo ritmo.

Transformándolos en música celestial,
canto divino como la voz de un Ángel
que con su suave y delicado tono se convierte
en melodía que nos proyecta una paz interior.

Eso sucede cuando hacemos el amor,
una pasión que encadena a nuestros corazones,
haciéndonos presos de este fuego que funde
como el fuego al hierro, pasión que encadena,
por las noches de luna con el cielo y las estrellas iluminando
nuestros cuerpos entrelazados.

Sigamos cariño por el camino que el Creador nos
ha trazado para caminar hacia el horizonte de
nuestro destino, nuestro futuro, nuestra tranquilidad,
nuestro objetivo en la vida para prepararnos a la eternidad.

Tuyo soy y siempre lo seré.