Tristeza

Ya no estoy tan triste, son los días que se visten de gris porque ya no estás conmigo, ni nunca regresarás a mi lado.

Es la melancolía que pretende ser mi amiga, porque quiere que le cuente cuánto te sigo amando.

Ya no estoy tan triste. Me acusas de tener a alguien, y tienes razón. Han regresado a mi vida la inmutable Soledad y sus amigas Consuelo, Angustias, Dolores y Manuela quienes son tan nobles, tan sinceras, leales y cumplidoras.

Ya no estoy tan triste. Solamente extraño mucho las noches que tu esencia ya no estará conmigo, porque también mi alma sabe que ya no deseas estar conmigo.

Ya no estoy tan triste, porque aunque duela en el alma, sé que al que conociste, conoces o que conocerás tiene nombre y apellido, aprovechará la mesa y el plato servido de mis caricias, de mis besos, de mis fantasías y enseñanzas.

Ya no estoy tan triste, simplemente ya no existo, en tu vida.

Me quedé

A mi salida de nuestro nido de amor, me quedé con las ganas de  devorarte la vida en un orgasmo, o mejor en dos y en mil más.

Me quedé con las ganas de dejarte satisfecha, sin gritos ni gemidos escondidos golpeando tu boca encharcada por saliva hirviente mezclada con mis lácteos y tus mieles.

Me quedé con las ganas de saborearte con mi lengua flexible sin tener piedad cuando me miraras con tu rostro perdido en la lujuria, la pasión, el amor y el placer.

Me quedé con las ganas de hacerte mía, de tenerte como compañera de vida. Dejo en tu mesa el plato servido para que otro que ya tienes contemplado sin esfuerzo alguno tenga ganas de ti.

AUN ASÍ

Aun así

A pesar de la distancia y

de la separación,

te sigo amando.

Te amo a cada hora

aun sin estar juntos

aun sin estar a tu lado

Aun así, te sigo amando

Sin razones, sin miedo,

te sigo amando cada hora,

cada día, cada tarde, cada noche

te tengo en mis pensamientos

y sé que será para siempre.

Mando