Jacinto Uc de los Santos, es mejor conocido como Jacinto Canek (idioma maya: Kaan Ek, 'serpiente negra, serpiente de la estrella' ), pues tomó este apodo o coco kaba inspirado en el nombre recurrente de los gobernantes o halach uiniks de los itzáes, quienes constituyeron el último reducto de la población maya, que terminó aislada y resistió a la conquista española, por casi ciento cincuenta años, hasta finales del siglo XVII, en las inmediaciones del Lago Petén Itzá, de donde habían originalmente salido, quince siglos antes, para poblar la península de Yucatán. El sobrenombre lo adoptó Jacinto Uc la víspera de la rebelión.
Jacinto fue formado por religiosos franciscanos en el convento mayor de la ciudad de Mérida; debido a su temperamento rebelde fue expulsado y se convirtió en tahonero. Inteligente, educado y audaz, asume el liderazgo de un movimiento espontáneo gestado por las condiciones de injusticia social y de sometimiento en que vivían los mayas en la época colonial en Yucatán.
Jacinto Canek fue ejecutado, para escarmiento de su raza, el 14 de diciembre de 1761 en un cadalso construido en la plaza principal de la ciudad. Sus huesos fueron rotos con un fierro candente y su carne arrancada con tenazas, posteriormente los restos se quemaron y las cenizas se esparcieron por el aire. Al día siguiente se ahorcó a ocho de los caudillos y sus cuerpos fueron despedazados, mientras que numerosos macehuales fueron castigados con azotes, la pérdida de extremidades o alguna otra parte del cuerpo y la expulsión de la provincia.
Indígenas Mayas
Chilam Balam
Pájaro Pujuy
Soldados Conquistadores
Capitán conquistador
Fraile conquistador
Jacinto Canek: Kaan Ek
Patricio
Micaela
Doña Charo
Niño Guy
Niña Exa
Padre Matías
Don Chumin
Jesús Chí
Domingo Canché
Ramón Balam
Rosaura
Amo y dos hijos
Heraldo
Inquisidores
Verdugos
Voz: Cuando niño, recogí de la boca de los indios mayas la historia y la leyenda de Canek. Allí, junto al fogón de la cocina, escuché de sus labios sus aventuras y sentencias. Desde entonces quedaron grabadas para siempre en mi memoria. Esta obra, refleja nuestro dolor por el dolor de los humildes, de los indígenas de nuestra tierra. Si la vida de Canek, sus enseñazas de liberación avivan la conciencia de los hombres frente a la injusticia, me tendré por satisfecho. Ermilo Abreu Gómez
SACERDOTES: Tal como todo pasó, así está escrito. Los que lo saben son los sacerdotes que vienen del gran linaje de los hombres mayas. (Toman posición en la pirámide. Chilam Balam al centro. Los indígenas divididos en coro de mujeres y hombres).
CHILAM BALAM: Hablarán los hombres mayas, los dioses antiguos hablarán, los viejos templos hablarán. (Suena caracol indígena y una flauta para que los coros de indígenas se cambien de lugar cruzándose por el escenario. Habla el Pájaro Pujuy).
PÁJARO PUJUY: Así habló Chilam Balam, gran sacerdote. Así dejó escrito todas las advertencias de las profecías de la llegada de los hombres blancos a estas tierras. Y fueron puestas en los yanaltés-libros sagrados, para que los hijos de sus hijos conozcan la medida del tiempo, para despertar a la tierra, a los hombres. Esta es la palabra que ha llegado para entenderla, interpretarla. El que la entienda podrá entender el principado de los abuelos.
CHILAM BALAM: La palabra nació por sí misma dentro de lo oscuro. La palabra no es la voz que se dice y se oye. La palabra es cuna del espíritu creador.
SACERDOTES: Toda luna, todo año, todo día camina y pasa también. También toda sangre llega al lugar de su quietud como llega a su poder y su trono.
PÁJARO PUJUY: Así hablaron nuestros padres, los hombres de sabiduría y conocimiento del pueblo maya.
CORO MUJERES: Jacinto Uc de los Santos recogió la palabra, recogió la semilla, interpretó el silencio de la noche, escuchó la palabra que guardaba el viento, desentrañó la palabra oculta y se la dio a los indígenas. Les descubrió el secreto de los Antiguos.
CORO DE HOMBRES: Esta es la historia de un indígena maya, de un caudillo del pueblo, que enseñó a su pueblo el tiempo de la liberación, para fortalecer el espíritu de los oprimidos contra los opresores.
Se realiza una danza maya, festiva del tiempo antes de la llegada de los conquistadores. La danza luce y en su momento culminante, se escucha el ruido de un cañonazo que cimbra el lugar. Se escuchan una mezcolanza de voces de los conquistadores, soldados, rezos de frailes. Los indígenas quedan estáticos asombrados por el tremendo ruido.
SACERDOTES: En el día Cinco Ih Dos Chen de nuestra cuenta, llegaron los Dzules a nuestras tierras.
CORO: ¡Del oriente llegaron, por donde sale el sol! (Se escucha las primeras estrofas de la “Maldición de Malinche” de Gabino Palomares dando entrada a los conquistadores)
“Del mar los vieron llegar, mis hermanos emplumados era los hombres barbados, de la profecía esperada”.
“Se oyó la voz del monarca de que el Dios había llegado y les abrimos la puerta por temor a lo ignorado”.
“Iban montados en bestias como Demonios del mal, iban con fuego en las manos y cubiertos de metal”.
“Sólo el valor de unos cuantos les opuso resistencia y al mirar correr la sangre se llenaron de vergüenza”.
Los conquistadores avanzan hacia los indígenas. Sus voces no se distinguen entre rezos y palabras de haber llegado a estas tierras. Clavan sus estandartes y una cruz enfrente de los indígenas. Forman un cerco alrededor de ellos en forma amenazante empleando sus armas.
CAPITAN: ¡Destruyan esos templos de ídolos, Ya no podrán reinar aquí!
Se inicia la destrucción y el genocidio de indígenas mayas. Solamente al principio se escuchan los gritos de los conquistadores y de los religiosos imponiéndose sobre los indígenas, quienes algunos se enfrentan a ellos. Caen víctimas de los dos bandos pero la superioridad militar de los conquistadores es obvia, los abusos y las atrocidades se pueden ver en cámara lenta, Se puede hacer el montaje a discreción del director, enfatizando la destrucción de ídolos, violaciones, humillación a los indígenas; mostrando la barbarie y el genocidio cometido al pueblo maya.
El Capitán y Chilam Balam se enfrentan en un diálogo. Se sugiere que los bandos reaccionen a las palabras del Capitán y Balam.
CAPITÁN: Renegad de vuestros falsos ídolos, a un lado vuestras falsas costumbres.
CHILAM BALAM: Es el tiempo de la miseria, arderá la tierra y empezará la guerra de opresión.
CAPITÁN: Ni se atrevan a rebelarse.
CHILAM BALAM: Pleito entre hermanos
CAPITÁN: Renieguen de sus prácticas.
CHILAM BALAM: Tiempo de sequías, de pestes, de viruelas, de sífilis
CAPITÁN: ¡Pidan perdón!
CHILAM BALAM: Ellos vinieron a enseñar el miedo, a marchitar las flores vinieron. ¡No hay verdad en la palabra de los extranjeros!
CAPITÁN: ¡Aceptad la carga como viene, Dios os la envía!
SACERDOTES: Chorreará la amargura, mientras la abundancia se sume. Arderá la guerra de opresión. Será el tiempo del dolor, del llanto y la miseria.
Los conquistadores y los indígenas rompen la cámara lenta. Los conquistadores subyugan a los indígenas dejando a una mujer en medio en posición de dar a luz. Detrás de ella se encuentra Chilam Balam, quien se va encogiendo hasta desaparecer. La mujer empieza a sentir dolor de parto el cual emite hasta culminar con la salida de su vientre de un indígena encadenado. Al salir completamente éste grita con las manos en plegaria.
INDÍGENA: ¡Canek! (Apagón, fin del primer acto)
El indio Canek, a la luz de la mañana
Con la piel de lodo y los ojos de
Obsidiana.
En la tierra húmeda creció
En un mar de color
Café, maíz y fríjol,
Silencio, incienso y dolor.
¡Se comen a la luna! ¡Se comen a la luna! ¡Se comen a la luna! (Apagón. Fin del segundo acto).
Indígenas mayas corean ‘Kaan Ek, serpiente negra, serpiente de la estrella'. Siguen coreando ‘Kaan Ek, serpiente negra, serpiente de la estrella' Y en forma de ritual le colocan a Jacinto la indumentaria de la virgen de la iglesia de Cisteil para coronarse rey de los mayas.
INDÍGENAS: (Alzan sus machetes) ¡Canek!
En la tierra húmeda murió
Por ella lo mataron
Al querer defender
La tierra que un tiempo
Le heredaron.
Y llueve y llueve,
Es el cielo que llora por él
Y es la tierra hoy más fértil
Por la lucha del indio Canek.