Quisiera
que nuestras paredes reciten
embriagadas de poesía, canto y sueños.
Que sea la casa de mi poeta que plasma sus palabras en mi lienzo.
en nuestras sillas, en una mesa, en los bosquejos impregnados de nostalgia,
de amor y ensoñaciones y tu ; escribiendo en una esquina pensativo...
Evocas en los silencios tú figura
que empieza a despertar en mi el asombro de mi piel enardecida
con solo verte, ansiosa de tu tocar y venir.
No hay cortinas, ni puertas ni tapices
entonces aparecen ojos de fuego, indiferentes
boca astral y estela de un cuerpo con luz propia,
nuestras miradas encontrándose...
Entonces mi poeta absorbe droga de mi presencia
semidesnuda, pero sugerentemente excéntrica
frente a él, y en nuestros delirios: florece una rosa.
embriagadas de poesía, canto y sueños.
Que sea la casa de mi poeta que plasma sus palabras en mi lienzo.
en nuestras sillas, en una mesa, en los bosquejos impregnados de nostalgia,
de amor y ensoñaciones y tu ; escribiendo en una esquina pensativo...
Evocas en los silencios tú figura
que empieza a despertar en mi el asombro de mi piel enardecida
con solo verte, ansiosa de tu tocar y venir.
No hay cortinas, ni puertas ni tapices
entonces aparecen ojos de fuego, indiferentes
boca astral y estela de un cuerpo con luz propia,
nuestras miradas encontrándose...
Entonces mi poeta absorbe droga de mi presencia
semidesnuda, pero sugerentemente excéntrica
frente a él, y en nuestros delirios: florece una rosa.
quiero
ser prisionera de tu amor en alborada que retiene
tú péndulo, y parar con mi aliento
sus infames manecillas
y sientas mis nubes vaporosas, que ni la marea logrará alejar
estás ansias, vandrán la espera...
y sientas mis nubes vaporosas, que ni la marea logrará alejar
estás ansias, vandrán la espera...
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