In Xóchitl in Cuicatl
Personajes: (Amado) Cuicatl. (Amada) Xóchitl
Cuicatl sigue de viaje y Xóchitl
lo espera ansiosamente, cada día que pasa en su ausencia. Ambos se comunican y
se expresan su sentir. La separación los desespera al no sentirse físicamente,
pero tienen el consuelo de que cada noche sus esencias, sus almas, hacen de la suya teniendo como testigo la
oscuridad de la noche.
CUARTO ACTO
CUICATL: Siempre me queda reflejada en mi mente tu sonrisa, el sabor de cada
beso, de respirar el olor de tu piel. Tu lluvia en cada entrega, cae sobre mi cuerpo y humedece mi intimidad. Tú, Xóchitl, eres la Flor
que crece en mí, cada segundo que vivo en
ti.
XOCHITL: Siempre me quedo gozando de ti, mis labios se
quedan temblando y mis muslos y
caderas cosquilleando, gimiendo sobre nuestra almohada. Cada mañana despierto oliendo a ti. Cada vez que te escucho, pienso en
tenerte, cada vez que recuerdo nuestros encuentros, tengo que tomar mis
cabellos fuertemente para poder descargarme en ti, en tu esencia, sin poder
evitar un escurrimiento al sentir tu lengua en mí y al mismo tiempo tomándote
para que explotes dentro de mí, como siempre lo he querido, deseado
e idealizado. Deseo ser tuya por todos los rincones donde pueda ser
penetrada por mi hombre. Tu Cuicatl.
CUICATL: Cuando llego a ti en esencia, admiro la belleza de tu alma, y tu espíritu lleno de luz. Tus Labios Son Mis Labios. Tu Lengua Es Mi Lengua. Tu Pasión Es Mi Pasión. La Fusión De Dos Cuerpos En Uno Solo. Quiero amarte toda la vida, porque te quiero, porque mis besos no existen si no son en tus labios. Sin tus besos no hay amor.
XOCHITL: Aún
siento tus manos en mi cuerpo, tus labios en mi cuello, recorriendo cada
espacio de mi cuerpo, puedo sentir tu lengua, deseosa,
ansiosa queriendo visitar mi sexo que ardiendo está por ti. Ven a mí, coloca tu
lengua en la puerta de mi intimidad y escucha mis gemidos, cuenta los latidos de
mi corazón y siente lo acelerado de mi
respiración.
lamente simules no saberlo. Me gusta que me mires, me
excita. Estoy desnudo sobre la cama, el roce de las sábanas limpias y prolijas
me hace pensar en que me ayudes a desordenarlas. Mi piel se eriza pensando en
tus caricias y en tus besos. Mis manos tienen vida propia. Se deslizan despacio
por mi cara, mi cuello. Mis manos son tus manos y me dejo llevar por su calor.
Mis dedos dibujan corazones sobre tu
intimidad.
XOCHITL: Eres mi anclar marítimo, sin
reservas. Te amo hermoso Cuicatl. Tus palabras retumban en mi mente: "...entre
el rumor de suspiros, gemidos, caricias, metiste tu lengua hasta mi garganta
dejando el espacio justo
para que la mía jugara con la tuya...", Amado mío, de
verdad me sorprende que digas con palabras exactas, lo que a solas te digo y grito al oído al hacerte el amor: ‘tener
tú lengua hasta mi garganta y al mismo tiempo acariciándotela con la mía en
el espacio que quede libre’.
CUICATL: Ya no puedo esperar. Quiero sentirme dentro de ti. Te abrazo y te
rodeo con mis piernas, mientras siento que te montas y cabalgas sobre mí; te
penetro despacio. Nada tiene sentido más allá de nosotros, no hay mundo, no hay
otra manera de vivir que no sea fundidos como uno solo. Sentir tu movimiento,
tu roce en cada rincón de mi intimidad en lo profundo de tu cueva erótica que
exige que la llene
de mi néctar. Solamente eso me mantiene vivo, solo por eso vale la pena
vivir.
XOCHITL: Te digo a gritos: ¡me vuelves loca de
lujuria, de deseo y de pasión!
Tus palabras me dejan sin aliento, me has devuelto la
vida en besos. Me has hecho sentir viva de nuevo. Siempre deseándote. Siempre
tuya.
CONTINUARÁ
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