Flor y Canto
SEGUNDO ACTO
PERSONAJES: La Amada (Xóchitl) El Amado (Cuicatl).
XOCHITL: Yo dormía,
pero mi corazón velaba. ¡Y oí una voz,
la de mi amado Cuicatl! ¡Mi amado está a la
puerta!
CUICATL: Amada mía; preciosa
Flor mía, ¡déjame entrar! Mi
cabeza está empapada de rocío; la humedad de la noche
corre por mi pelo.
XOCHITL: Ya me he quitado la ropa; ¡cómo volver a vestirme! Ya me
he lavado mi intimidad; ¡cómo escurrirme de nuevo! Mi
amado Cuicatl toca la puerta. Se me estremecen mis entrañas al sentirlo cercas
de mí. Me levanto y le abro la puerta a mi amado. Se lanza sobre mí. Me
encanta que me bese y me abrace, me de ternura.
CUICATL: ¡Mmmmmmm! Cuán
bella eres, amor mío, ¡la última vez que nos vinos cuán encantadoras fueron
tus delicias! ¡Tus pechos son racimos me palmera de los
cuales hoy me adueñaré.
XOCHITL: ¿Qué te gusta hacer en mí?
CUICATL: Satisfacerte amada mía.
XOCHITL: ¿Y qué es lo que más te excita de mi
amado mío?
CUICATL: Tus senos, tu cabello, tu boca, tus
piernas ¿Y a ti?
XOCHITL: Quiero que toques mis senos y te
prendas en ellos.
CUICATL: ¡Mmmmmmm! Me gusta beber sus néctares
y que se derramen en mis labios.
XOCHITL: Me gusta sentir tus manos en mi
cuerpo, acariciándolo ansiosamente, dibujando en él tu deseo ardiente.
CUICATL: Yo poder escribir con mis dedos nuestra
pasión sobre tu piel. Que cabalgues sobre mi intimidad y que cada estoque te
haga gemir de placer hasta que te fundas en mí.
XOCHITL: Tu visita a mi casa me hunde más en
el deseo ardiente que hace que la flora y la fauna enciendan en mi interior la
chispa ardiente de la pasión.
CUICATL: Quiero que mis manos se deslicen sobre tu cuerpo y mis caricias te
quemen por dentro, cada beso lo sientas como flamas de cerillo que quemen tu
piel. Quiero estar entre tus piernas, probar tu licor, hasta embriagarme de
lujuria por su exquisito sabor.
XOCHITL: Grábame como un sello sobre tu corazón; llévame como una marca sobre tu brazo. Fuerte es el amor, como la muerte, y tenaz
la pasión, como el sepulcro. Como llama divina es el fuego ardiente del amor. Ni las muchas aguas pueden apagarlo,
ni los ríos pueden extinguirlo. Sentir
tu cuerpo
fundido al mío y tener esa deliciosa sensación de llegar al vacío. En donde
solamente hay placer y eternos gemidos. Pasiones misteriosas que embriagan mis
sentidos.
CUICATL: Yo deseo que me tomes, me derrame en
tus senos, quemándote con el ardor de mi lácteo licor. Probar tu miel hasta
empalagarme escuchando los gemidos de tu intimidad.
XOCHITL: Mis pezones están duros, me los estoy tocando, están
calientes, despiertan la lujuria con tus palabras que son un dulce aroma, de sensación
ardiente que quema y solo tus labios pueden dominar. Quiero sentir tu licor lactante
en mi ser gimiendo por ti. Una muralla soy yo, y
mis pechos, sus dos torres. Por eso a los ojos de ti
amado, soy como quien ha hallado la paz.
CUICATL: Y al escurrir mis lácteos sobre tus pechos, y tu piel sobre tu cueva de
placer poder compartir sus sabores en nuestro paladar.
XOCHITL: Mis piernas temblorosas rodean tu cintura, quiero sentir tu fuente hirviendo,
Un eterno placer que no termine. Llegar a lo profundo y morir con tanta
angustia. La vida no es vida si no te tengo dentro de mí.
CUICATL: Siento que te penetro con toda mi esencia, deseando
nunca salir de tu cueva húmeda. Siento eyacular mi vía láctea en tu intimidad, luego
en tu espalda, en tu boca, en tus pechos…
XOCHITL: ¡Sí! Poder sentir tus lácteos dentro
de mi boca. Saborearla. Pasear mi lengua por tu fuente, saborearla hasta
derretirla en mi boca.
CUICATL: La flacidez de mi intimidad te
pertenece y al derramar mis lácteos, te quemen con su espuma ardiente.
XOCHITL: Me encanta sentir tu mano traviesa
subiendo por mis piernas. Arrodillarme y poner mi rostro entre tus piernas, tu
tierna piel invita a preparar un helado de vainilla y depositarlo en tu ombligo
para que se derrame hasta tu fuente de placer.
CUICATL: Tomo con mi boca un cubo de hielo y recorro todo su cuerpo. Abriendo
paso con mis manos sobre tus piernas sintiendo espasmos en tu vientre.
XOCHITL: Te sientas en una silla y yo frente
de ti. Hazme tuya.
CUICATL: Tu sudor me embriaga por el aroma
de tus senos y el respirar de tu pasión.
XOCHITL: Me pongo de pie y coloco mi
intimidad en tu rostro, tus labios saborean mi humedad, lo crecido de tu barba eriza
mi piel, hasta que derramo mi miel sobre tu rostro.
CUICATL: Tus manos y tus labios activan el
mecanismo de mi vitalidad, te deslizas sobre él gimiendo de placer, acuso el
roce en la primera embestida, cabalgas hasta que te convulsionas, sintiendo tu néctar
ardiente entre mis piernas. Acaricio tu cuerpo con mis manos y con mis labios.
XOCHITL: ¡Sí! Saboreo cada caricia tuya. Gimo de placer. Hasta quedar exhausta,
me quedo dormida. Despierto. Acaba de
salir el Sol o será que mi amado Cuicatl me ha sonreído.
CUICATL: Te veo sonriente como una Luna
llena. Mi vía láctea te pertenece y de tu miel nocturnal me he empalagado.
Continuará.
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