Ya no estoy tan triste, son los días que se visten de
gris porque te fuiste.
Es Melancolía que pretende ser mi amiga, como la siempre la inmutable Soledad y sus comadres Consuelo, Angustias y Dolores, quienes son tan nobles, tan sinceras que no tienen conmiseración.
Es Melancolía que pretende ser mi amiga, como la siempre la inmutable Soledad y sus comadres Consuelo, Angustias y Dolores, quienes son tan nobles, tan sinceras que no tienen conmiseración.
Ya no estoy tan triste. Solamente extraño mucho las
noches que tu esencia ya no está conmigo, porque también mi alma sabe que ya no
volverás y que te fuiste, tan fugaz como un sueño muriendo al despertar.
Ya no estoy tan triste, porque, aunque duela en el
alma, sé que al que conociste o que conocerás aprovechará la mesa y el plato
servido de mis, versos, mis poemas, mis caricias, de mis besos, de mis fantasías y enseñanzas.
Ya no estoy tan triste, simplemente ya no existo, ya no te espero, ya no creo en nadie más.
Ya no estoy tan triste, simplemente ya no existo, ya no te espero, ya no creo en nadie más.
Larry G. Álvarez
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