Ya no estoy tan triste, son los días que se visten de
gris porque te fuiste.
Es la melancolía que pretende ser mi amiga, porque quiere que le cuente cuánto te sigo amando.
Ya no estoy tan triste. Me acompaña siempre, siempre la inmutable Soledad y sus amigas Consuelo, Angustias y Dolores, quienes son tan nobles, tan sinceras que no tienen conmiseración.
Es la melancolía que pretende ser mi amiga, porque quiere que le cuente cuánto te sigo amando.
Ya no estoy tan triste. Me acompaña siempre, siempre la inmutable Soledad y sus amigas Consuelo, Angustias y Dolores, quienes son tan nobles, tan sinceras que no tienen conmiseración.
Ya no estoy tan triste. Solamente extraño mucho las
noches que tu esencia ya no está conmigo, porque también mi alma sabe que ya no
volverás y que te fuiste, tan fugaz como un sueño muriendo al despertar.
Ya no estoy tan triste, porque aunque duela en el
alma, sé que al que conociste o que conocerás aprovechara la mesa y el plato
servido de mis caricias, de mis besos, de mis fantasías y enseñanzas.
Ya no estoy tan triste, simplemente ya no existo, ya no te espero, ya no creo en nadie más.
Ya no estoy tan triste, simplemente ya no existo, ya no te espero, ya no creo en nadie más.
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