Amor, tu exquisito aroma envuelve
nuestros cuerpos convirtiéndonos
en un solo ser,
dejando huella en ambos corazones
que laten sin cesar y sin control a un mismo ritmo.
dejando huella en ambos corazones
que laten sin cesar y sin control a un mismo ritmo.
Transformándolos en música celestial,
canto divino como la voz de un Ángel
que con su suave y delicado tono se convierte
en melodía que nos proyecta una paz interior.
canto divino como la voz de un Ángel
que con su suave y delicado tono se convierte
en melodía que nos proyecta una paz interior.
Eso sucede cuando hacemos el amor,
una pasión que encadena a nuestros corazones,
haciéndonos presos de este fuego que funde
como el fuego al hierro, pasión que encadena,
por las noches de luna con el cielo y las estrellas iluminando
nuestros cuerpos entrelazados.
una pasión que encadena a nuestros corazones,
haciéndonos presos de este fuego que funde
como el fuego al hierro, pasión que encadena,
por las noches de luna con el cielo y las estrellas iluminando
nuestros cuerpos entrelazados.
Sigamos cariño por el camino que el Creador nos
ha trazado para caminar hacia el horizonte de
nuestro destino, nuestro futuro, nuestra tranquilidad,
nuestro objetivo en la vida para prepararnos a la
eternidad.
Tuyo soy y siempre lo seré.
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