Amor,
si tú supieras lo que mi mente observa
al mirarte
cada día que nos vemos, sabrías
que
mi cerebro ordena a mis manos sentir
tu
piel, descubrir tu cuerpo, disfrutar tu aroma,
susurrar
palabras en tu oído, diciéndote
te
quiero, te amo, te adoro, te necesito.
Mi
mente me impulsa a recorrer los
espacios
divinos y de consuelo de tus
volcanes
eternos para caer como
cascada
al jardín florido de tu intimidad,
despertando
apasionados sentimientos
para
hacernos el amor y fundirnos en un
sólo
cuerpo hasta sentir el amor en lo más excelso.
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